Roger-Luc Chayer
Joseph Robinette Biden de su nombre real es el 46º presidente de los Estados Unidos y el más progresista de la historia. No solo como presidente interviene directamente, con sus poderes exclusivos, en varias áreas relacionadas con las personas LGBT, sino que alienta abiertamente a su gobierno a considerar a las personas LGBT en todas las decisiones que se toman. Ha hecho de la defensa de las minorías sexuales un fuerte foco de su política interna, así como a nivel internacional, al nombrar a un agregado especial en la Casa Blanca, abiertamente gay, responsable de la armonización de la política estadounidense.
Mientras se desempeñaba como vicepresidente de 2009 a 2017 bajo la presidencia de Obama, fue igualmente proactivo en el tema del VIH. Fue entonces, pero aún más hoy, que Joe Biden impuso su política inclusiva a varios países y jefes de Estado, particularmente en África, para vincular la ayuda estadounidense al respeto de los derechos humanos y las minorías sexuales. Varios países inicialmente se rebelaron contra esta injerencia extranjera hasta que el presidente les recordó que se trata de dólares estadounidenses y que atañe directamente a Estados Unidos.
Joe Biden influye y da ejemplo al llegar al extremo de nombrar a Pete Buttigieg, abiertamente gay, casado y padre, para el cargo muy prestigioso de Ministro de Transporte. Un gesto audaz, como tantos otros, que le valió toda nuestra admiración y agradecimiento y que sólo podía proporcionarle nuestra tapadera.