HIERRO, ESE PEQUEÑO VENENO CONOCIDO

Roger-Luc Chayer

La gran mayoría del público cree que el hierro es bueno para la salud, que es necesario para la vida y que cuanto más comes, más fuerte te vuelves física y muscularmente. Es cierto que una cantidad normal de hierro en la sangre es buena para los glóbulos rojos y para combatir la anemia, pero pocos saben que la enfermedad genética más común en los caucásicos es la absorción excesiva de este mineral. esta enfermedad es la hemocromatosis.

Se encuentra en aproximadamente una de cada 300 personas en Canadá y se caracteriza por una acumulación de hierro en el cuerpo a lo largo de los años. Según Wikipedia, la hemocromatosis fue descrita por primera vez por Armand Trousseau en 1865. Describe en algunos diabéticos una tez bronceada (diabetes bronceada) asociada con cirrosis (cirrosis pigmentaria). Posteriormente, los estudios de patología anatómica muestran una sobrecarga de hierro en los tejidos, especialmente en el hígado y varios otros órganos como los intestinos, los riñones y los testículos. A menudo, la hemocromatosis se manifiesta temprano en los hombres como una caída gradual de los niveles de testosterona que conduce a una disminución marcada de la libido.

Por tanto, los pacientes consultan por este motivo y los médicos informados de este síntoma pueden, desde 1990, realizar una prueba de dos anomalías genéticas que confirmarán el diagnóstico. A menudo, también es durante los análisis de sangre de rutina cuando el médico puede observar una gran cantidad de hierro y luego solicitar una prueba genética.

Las mutaciones en el gen TFR2, según la compañía farmacéutica Merck, alteran la capacidad del cuerpo para controlar la absorción de hierro en ciertas células. Aunque estos tipos de hemocromatosis pueden aparecer a diferentes edades, los síntomas y complicaciones de la sobrecarga de hierro son siempre los mismos. Los síntomas varían, ya que la acumulación de hierro puede dañar cualquier tejido u órgano del cuerpo, incluidos el cerebro, el hígado, el páncreas, los pulmones o el corazón.
Pero la buena noticia en este caso es que se trata relativamente bien y algunos síntomas a veces son reversibles. Según Merck, la flebotomía, que consiste en extraer sangre, suele ser el mejor tratamiento. Ayuda a prevenir el daño a otros órganos, pero no corrige el daño existente. Inicialmente, la flebotomía se realiza una o, a veces, dos veces por semana. Durante cada procedimiento, se extraen aproximadamente 500 mililitros (o 1 unidad) de sangre hasta que el nivel de hierro y el porcentaje de hierro en la transferrina sean normales. Luego, la flebotomía se realiza con regularidad para mantener las reservas de hierro en niveles normales.

El fundamento de este tratamiento es que cuando se extrae al paciente la cantidad correcta de sangre, el cuerpo recurrirá a las reservas de hierro para reponer la hemoglobina. Después de varios retiros, el nivel de hierro vuelve a la normalidad no solo en la sangre, sino también en los órganos afectados. Con un control regular, las personas con hemocromatosis pueden llevar una vida normal y saludable.